La mal llamada Torre Baró en Collserola, historia del futuro mirador de moda

La tenebrosa silueta de la Torre del Baró que sobresale en la Sierra de Collserola siempre me había llamado la atención, supongo que porque sus formas se asemejan más a las de un castillo que a las de una torre. Al estar situada en un lugar bastante alejado, concretamente en el barrio de Torre Baró del distrito de Nou Barris, desgraciadamente es un lugar poco conocido y frecuentado por la inmensa mayoría de los habitantes de Barcelona.

Torre del Baró

Yo era uno de esos barceloneses así que, tras mucho tiempo queriendo visitar la torre y el mirador de Torre Baró, que se encuentra unos metros más abajo, y con la intención de hacer una serie de fotografías de las vistas y del entorno, hace algunos domingos que por fin pude acercarme hasta allí. Pero parece mentira como lo que empezó como una simple visita a un lugar hasta entonces desconocido para mí acabó convirtiéndose en una extensa y agradable conversación con parte viviente de su historia.

Historia y leyenda de la mal llamada Torre del Baró

Seguramente os estéis preguntando el porqué me refiero en el título del artículo a la Torre del Baró como la “mal llamada Torre del Baró”. Éste curioso título así como buena parte del contenido del artículo se lo debo a Josep Martín, un vecino del barrio de toda la vida, que al verme hacer tantas fotografías de la torre y de su entorno se me acercó muy amablemente y se prestó a contarme su fascinante historia, haciendo especial hincapié en que esta no era realmente la Torre del Baró.

Según me comentó e incluso señaló Josep, la torre dónde vivía el Barón de Sivatte se encontraba bastantes metros más abajo de la que actualmente se conoce como Torre Baró, justo a los pies de la Sierra de Collserola y dónde actualmente se levantan tres grandes bloques de pisos. Cuando su hija se hizo mayor el Barón le quiso construir una gran torre, pero una repentina enfermedad acabó llevándose la vida de su joven hija, lo que provocó que las obras de la torre se paralizaran y que nunca llegaran a finalizarse, quedando ésta en estado de abandono.

VARIAS VERSIONES
No sé a ciencia cierta qué parte hay de leyenda y qué parte de realidad pero parece que la historia que cuenta Josep es fiel a los hechos que ocurrieron. Y es que hay varias versiones sobre la historia de la Torre del Baró. La inmensa mayoría coinciden en gran parte con la de Josep, aunque difieren en pequeños detalles, como que en realidad la torre era para un hijo del Barón de Sivatte, y no para una hija, y que éste no murió pero sí que enfermó, optando finalmente por no ir a vivir a la torre.

Durante la Guerra Civil y la Posguerra

Según siguió contándome Josep, en el año 1936 el ejército de la República se instaló en la torre, ya que dada sus características era un lugar excelente de vigilancia. De esta manera podían divisar con cierta antelación la llegada de los aviones italianos enviados por Benito Mussolini para bombardear la ciudad, para a continuación avisar a las baterías antiaéreas del Carmel para que se prepararan. Poco tiempo después de finalizar la guerra fue el ejército Franquista el que tomó el control de la Torre del Baró. Tras varios años en ella el ejército se fue, devolviendo a la torre a su estado de abandono habitual.

Fotos de la Torre del Baró

Torre del Baró, ¿el nuevo mirador de moda de Barcelona?

En la actualidad la Torre del Baró sigue estando abandonada pero Josep Martín me confirmó una noticia que había leído hace ya algún tiempo y que justo esta semana ha vuelto a cobrar fuerza. Se trata de la existencia de un proyecto previsto para este verano de acondicionamiento de la Torre como mirador y punto de información de Collserola. Para ello se pretende mejorar su aspecto exterior y adecuar el interior de la misma para dar cabida a su nuevo uso, instalando incluso un bar con terraza. Lo más probable es que dentro de estos planes de acondicionamiento de la Torre del Baró como mirador esté también el de replantar algunos árboles situados justo delante, lo que permitirá obtener unas mejores vistas de Barcelona, ahora tapadas por sus ramas.

relax junto a la Torre del Baró

REFLEXIÓN
Tras la visita a la Torre Baró y la charla con Josep Martín me quedé con ganas de adentrarme un poco más por la Sierra de Collserola y sus miradores, algo que dada mi impaciencia no pudo esperar más de un día pero eso es otra historia que os espero contar en breve. Os recomiendo que os acerquéis hasta la Torre del Baró antes de que las mejoras proyectadas se lleven a cabo ya que es más que probable que, al igual que ha ocurrido con el mirador del Turó de la Rovira, el lugar se acabe masificando y, en consecuencia, acabe perdiendo parte de su encanto original. Por eso, y a falta todavía de un bar dónde tomar algo, una excelente opción es que os preparéis un pequeño picnic y que aprovechéis el atardecer para disfrutar de forma tranquila de unas fantásticas vistas de Barcelona.

Mirador del Baró

Unos metros más abajo de la torre se encuentra el mirador de Torre Baró, una explanada que permite unas mejores vistas de Barcelona gracias al punto elevado que se ha levantado. Desde allí es el lugar desde dónde tomé la gran mayoría de fotos de la ciudad. Observaréis que en varias fotografías aparece el tendido eléctrico y es que justo unos metros por debajo éste cruza la Sierra de Collserola. Al principio me resultó algo molesto ya que entorpecen parte de la visión de la ciudad pero luego me di cuenta de que también formaba parte del entorno y que su presencia le otorga un aire diferenciador respecto a otros miradores.

pareja en el mirador de Torre Baró

Pero…¿Quién es Josep Martín?

Josep Martín, originario de una familia muy humilde, como tantas que vivían en esta zona de Barcelona durante la complicadísima época de la Guerra Civil Española y de la posguerra, es una de esas personas que pese a todas las adversidades que se le presentaron a lo largo de su vida, luchó por sus sueños. Así pues, con 11 años y tras tener que dejar de forma temprana su formación como escultor en un pequeño estudio del barrio de Les Roquetes para trabajar como soldador y así ayudar a mantener a su familia, se apoyó en el oficio que teóricamente había truncado su sueño para descubrir en la soldadura y de forma totalmente autodidacta una nueva técnica escultórica que le acabó reportando no pocos éxitos.

Josep Martín

Reconozco que algunas de sus historias parecían tan fascinantes como surrealistas (conoció al director del Museo Picasso, esculpió un busto a Dalí al que incluso llegó a conocer, visitó la Zarzuela, algunas obras suyas se encuentras en varios puntos de España y así hasta un largo etc.) que, pese a la sinceridad con la que parecía hablar, llegué a dudar de que éstas pudieran ser ciertas. Pero tras realizar algunas comprobaciones encontré varios documentos, destacando un artículo sobre él en El Periódico que confirmaba que las historias personales que me contó eran ciertas.

EL LIBRO DE JOSEP MARTÍN
En plan broma le comenté a Josep que su vida bien merecía ser contada en un libro y resultó ser que lo más probable es que durante este mismo año se publique un libro sobre su vida, en el que ya lleva bastante tiempo trabajando. En él explicará desde sus complicados años de niñez, en los que tenía que ir a buscar algo de comida a Collserola o pedir algo de pan al ejército de la República que había tomado la Torre Baró, hasta sus vivencias como escultor de personajes muy conocidos.

Tal como me dijo Josep, él no domina «estas cosas de Internet» y no sé si alguna vez leerá este artículo pero me gustaría dejar constancia de mi agradecimiento por haberme dedicado unos minutos de su tiempo para, tan amablemente, explicarnos parte de su vida y de la historia de la «mal llamada Torre del Baró«. Se despidió comentando que algún que otro domingo, igual que había hecho ese fin de semana, sube hasta la Torre Baró para descansar, reflexionar, pensar y explicar a otros afortunados parte de su y, porque no decirlo también, nuestra historia.

Galería de fotos

Mapa y ¿cómo llegar?

Dirección: ctra. Alta de les Roquetes, 328, Barcelona.

En coche o moto

Se puede llegar a la Torre del Baró en coche o moto y aparcar en el aparcamiento gratuito que hay junto al mirador de Torre Baró, o si está lleno hacerlo en algún pequeño descampado de la zona o en los aparcamientos laterales, situados un poco más abajo, de la carretera Alta de les Roquetes.

En autobús
Líneas: 81, 82 y 127.

En metro
Paradas: Roquetas (línea 3) y Trinitat Nova (líneas 3 y 4).
A continuación podéis subir andando, algo que os llevará unos 15 minutos y que os servirá para disfrutar de unas bonitas vistas de Barcelona durante la subida. No es un camino muy costoso pero de hacer pero si lo preferís podéis coger el autobús (81, 82 y 127) que os dejará mucho más cerca.

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